En el mundo industrial, el aire comprimido es una fuente de energía esencial que impulsa una amplia gama de aplicaciones, desde herramientas neumáticas en sitios de construcción hasta procesos de fabricación de precisión. Sin embargo, existen numerosos mitos del aire comprimido y conceptos erróneos que rodean este recurso valioso, lo que a menudo lleva a malentendidos y decisiones subóptimas en su uso. En este artículo, desmitificaremos ocho de los mitos más comunes sobre el aire comprimido, explorando la verdad detrás de cada uno de ellos.
Mito #1: El aire comprimido es generalmente impuro.
Realidad: Contrario a la percepción común, el aire comprimido es bastante limpio. El aire comprimido sucio a menudo se debe a los siguientes factores:
- Suciedad en el entorno que rodea a los equipos.
- Suciedad en los tubos del sistema
- Suciedad en los tanques de almacenamiento de aire.
- Mantenimiento deficiente.
En la mayoría de los sistemas, el aire comprimido puede mantenerse libre de contaminantes con el mantenimiento rutinario de la maquinaria y las áreas circundantes.
Mito #2: El aire comprimido es más caro que la energía eléctrica.
Realidad: Si se usa de manera eficiente, el aire comprimido puede resultar bastante económico. El aire comprimido se fabrica para una amplia gama de aplicaciones que generalmente requieren alta potencia. En la mayoría de estas aplicaciones, las herramientas neumáticas son capaces de proporcionar la potencia necesaria, con una velocidad y eficiencia mucho mayor que cualquier equipo que funcione con electricidad o baterías. En aplicaciones donde el aire comprimido se desperdicia, las ventajas financieras se reducen drásticamente.
Dicho lo anterior, se deben tomar las siguientes medidas para asegurar que el aire comprimido producido de manera eficiente, también se le dé un uso eficiente.
- Mantenga los compresores de aire en buen estado. Las piezas defectuosas del sistema pueden provocar una compresión más débil y un uso excesivo de los recursos del sistema para finalizar una aplicación.
- No deje las máquinas en modo reposo. Si un turno ha terminado o un día ha terminado, apague los compresores de aire para ahorrar en costos de energía.
- Ajuste la configuración de presión según el proyecto. Diferentes aplicaciones requieren diferentes cantidades de presión. Demasiada presión podría ser un desperdicio en aplicaciones ligeras. Una presión insuficiente podría acabar alargando aplicaciones más intensas. Conserve energía ajustando los niveles de presión según las exigencias del proyecto en cuestión.
Para una eficiencia óptima, los sistemas de aire comprimido también deben instalarse correctamente con accesorios y componentes dimensionados de manera adecuada.
Mito #3: Con el aumento de la presión viene un mayor costo de operación.
Realidad: Por un lado, se necesita más energía para comprimir un pie cúbico de aire a una presión más alta. Sin embargo, todo el sistema tendría que funcionar con mayor intensidad antes de que se vea reflejado este aumento en los costos energéticos. El flujo es clave.
Mito #4: Es mejor almacenar los compresores de aire en la misma habitación que las unidades HVAC.
Realidad: Aunque pueda parecer práctico almacenar toda la maquinaria de aire en la misma habitación, un compresor de aire funciona mejor a temperatura ambiente natural. En presencia inmediata de unidades de HVAC (calefacción, ventilación, aire acondicionado), las temperaturas pueden desviarse a extremos anormalmente calientes o fríos, dependiendo de las necesidades del edificio en cuestión. Para un compresor de aire, las temperaturas extremas pueden causar problemas como la condensación y el crecimiento de moho. Básicamente, si un compresor de aire tiene que soportar constantemente cambios bruscos de temperatura, puede acumularse agua dentro de la máquina. Esto promueve el desarrollo de gérmenes y humedad malolientes, lo que podría llevar a dificultades internas adicionales y resultar en un sistema general más débil.
Mito #5: Corregir algunas fugas de aire es mejor que nada.
Realidad: Si se está perdiendo energía debido a la presencia de numerosas fugas de aire pequeñas, la eficiencia solo puede recuperarse mediante reparaciones exhaustivas. Sin un dispositivo de control de presión en su lugar, un proceso incompleto de reparación puede terminar desperdiciando aún más energía. Esto es debido a que a medida que aumentan los volúmenes de presión y con un flujo mayor, más aire se filtra a través de los agujeros que quedan.
Mito #6: Los compresores de aire no requieren servicio regular.
Realidad: Otro de los muchos mitos sobre el aire comprimido es que el equipo que lo produce no necesita mantenimiento. Como la mayoría de los dispositivos mecánicos, los compresores tienen muchas piezas móviles y otros componentes que requieren atención para mantenerse en óptimas condiciones de funcionamiento y evitar averías. Un período prolongado entre intervalos de servicio puede obstaculizar el rendimiento y eventualmente causar una falla en el equipo.
El desarrollo e implementación de un programa de mantenimiento preventivo del compresor de aire es crucial para proteger el equipo y maximizar su vida útil. Este programa también lo ayudará a evitar tiempos de inactividad costosos, reducir sus costos de reparación y aumentar la eficiencia del compresor.
Mito #7: El aire comprimido sólo es útil en aplicaciones de fabricación de alimentos y bebidas.
Realidad: Muchas personas creen que los compresores de aire son equipos de uso limitado que principalmente sirven a la industria alimentaria y de bebidas. Si bien estas industrias representan una parte significativa del uso de aire comprimido, los compresores de aire también son beneficiosos en muchas otras aplicaciones.
Por ejemplo, los compresores de aire proporcionan energía para herramientas neumáticas en sitios de construcción y talleres de reparación de automóviles. El proceso de fabricación de metales a menudo depende del aire comprimido para alimentar herramientas, operar controles y actuadores, pulverizar, moldear por inyección y más.
Mito #8: La presión es el factor más importante a considerar al seleccionar el mejor compresor de aire para su negocio.
Realidad: Si bien la presión que produce un compresor de aire es una consideración vital, no es el único factor a explorar. También necesitará conocer la tasa de flujo, la cual es medida en pies cúbicos por minuto (CFM), que indica la cantidad de aire que el equipo puede producir a un nivel de presión específico. Otros factores a verificar incluyen la fuente de alimentación, la capacidad de caballos de fuerza, el tamaño del tanque, la compatibilidad de herramientas, la portabilidad (para aplicaciones móviles) y el acceso a características adicionales.
Conclusión
En conclusión, este viaje para desmitificar las creencias erróneas sobre el aire comprimido nos ha revelado su verdadero potencial como una fuente de energía limpia y económica. A través del mantenimiento adecuado y la gestión eficiente, podemos aprovechar al máximo este recurso versátil en una amplia variedad de aplicaciones industriales.
La eliminación de los mitos que lo rodean nos ha proporcionado un entendimiento más claro de su valor, resaltando la importancia del mantenimiento preventivo y la selección adecuada de compresores. En un mundo donde la eficiencia energética es esencial, el aire comprimido emerge como un aliado valioso en la búsqueda de prácticas más conscientes y sostenibles.
Explora nuestro catálogo compresores de aire
En AIRCO contamos con compresores de aire para entrega inmediata y por pedidos especiales. Explora nuestra amplia gama de compresores de aire de pistón, de tornillo, portátiles eléctricos, portátiles a diésel y productos para el tratamiento del aire comprimido.